Reflexiones para Semana Santa​

Para el mundo católico, mañana empieza la semana mayor, semana en la cual, hacemos muchas reflexiones sobre nuestro actuar, sobre lo que hemos vivido, reflexionamos para tomar mejores decisiones. Igualmente, es necesario pensar que es lo que está pasando en el mundo, en nuestro país, en nuestras regiones y cuál es mi actitud frente a lo que vivimos.

Definitivamente, nuestra clase política no quiere renovarse ni acabar con las viejas prácticas que han aplicado en toda nuestra vida republicana. A la fecha, llevamos varios proyectos de reformas que han intentado acabar con el clientelismo que se utiliza para la compra y venta de votos, con las empresas que rodean a la clase política, con los dineros oscuros que siempre aparecen en época electoral. Una vez más, el congreso nos demuestra su irresponsabilidad a la hora de establecer claras reglas para su elección.

Para rematar esta reflexión política, ahora el fiscal, la procuradora y el contralor, se han dedicado a participar en política, opinando sobre temas que nos les corresponde hacerlo. La constitución política, estableció claramente a estos entes, las funciones de investigador, de control y vigilancia respectivamente, pero estas semanas, hemos escuchado todo lo contrario, sus voces se han alzado como si fueran líderes de los partidos políticos que le hacen la oposición al Gobierno de Gustavo Petro, entorpeciendo los proyectos, en otras épocas brillaban por su silencio.

Otro tema que esta al orden del día es la reforma a la salud. Después de varias semanas de diálogos entre el Gobierno, partidos políticos de coalición y organizaciones de salud, se ha acordado un buen porcentaje del articulado, pero esta semana se vivió un viacrucis, cuando el partido liberal, el partido de la U y los conservadores, anunciaron su retiro al apoyo del proyecto. Sobre este tema, queda una reflexión, Definitivamente se prioriza la salud como negocio por encima del derecho, pues sigue la preocupación del que hacer de las EPS, a sabiendas que estas entidades, anteponen sus intereses económicos antes que prestar un servicio oportuno, eficiente, rápido y de calidad. El problema no es solamente la salud, están embolatados los proyectos de reforma laboral y pensional, es decir los temas sociales que son columna vertebral de este Gobierno, no la tienen fácil para que sean aprobados por el congreso, a no ser que se les complazca en sus pretensiones.

La paz total vive también su propio drama. El ejército de liberación Nacional-ELN- el miércoles, asesinó a 9 soldados, han volado nuevamente oleoductos, incumpliendo su compromiso de dialogar para alcanzar la paz, el clan del golfo ha renunciado a firmar un acuerdo de cese al fuego bilateral, quiere imponer sus condiciones y las disidencias de las FARC pasa por encima de lo acordado. A la fecha, llevamos 27 masacres, 30 lideres asesinados, en enero y febrero de este año llevamos más de 2.000 asesinatos. Estas cifras, más las trabas que los partidos de oposición colocan día a día, coloca en vilo, el proyecto central del presidente de lograr la paz total para convertirnos en el país campeón de la vida. Con estos hechos, el gobierno debe revisar sus estrategias y endurecerlas, para que los grupos al margen de la ley entiendan que no pueden pasarse por encima, de la buena voluntad y que hay que generar confianza. Algo positivo, es la carta firmada por 16 exlíderes de las autodefensas de Colombia en donde respaldan la política de paz total del Gobierno y se comprometen a contar más verdades.

Otra reflexión es, como viene actuando los medios de comunicación, todos alineados en favor de los partidos de oposición, magnificando cada día cualquier actuación de los representantes del Gobierno, dándole más credibilidad a noticias falsas. Es decir, los periodistas han perdido credibilidad porque dejaron de ser objetivos e imparciales, es común escucharlos tomando posición en contra del Gobierno de Petro, actitud que nunca asumieron con otros mandatarios.

 

Este es el Gobierno del cambio, no será fácil, el viernes santo se cumplen 8 meses de posesionado, tiempo mínimo para cambiar viejas prácticas políticas, acabar con la corrupción, impedir la injerencia de empresarios en la toma de decisiones, acabar con el narcotráfico y con la violencia. Reflexionemos sobre la propuesta de tomarnos las calles para que el pueblo se haga sentir, hagamos valer el cambio, este es nuestro Gobierno, no vemos otra salida, de lo contrario, el cambio será una utopía.